Como consecuencia del curso estructurado de formación que he recibido en la ciudad de Porvoo en el contexto del Proyecto Erasmus+ del centro durante la semana del 8 al 15 de mayo de 2022, he tenido la oportunidad de aproximarme a las claves del éxito del sistema educativo finlandés y también he aprendido algunas cosas del país de Finlandia, tan alejado como está de Valencia, del que desconocía todo por completo, a excepción de que formaba parte de la Unión Europea y de su compositor Jean Sibelius.

Finlandia, Helsinki en particular, se encuentra a 2.925 kilómetros de Valencia, en la zona climática templada del globo terráqueo pero aproximadamente a 30º de latitud por encima de nuestra ubicación mediterránea. Tiene una población de 5.500.000 habitantes para una extensión de 338.145 km2, (densidad de población de 16 h/ km2); comparando con España: pobl. 47.450.000 habitantes y extensión de 506.000 km2, lo que resulta en una densidad de población de 95h/km2. Más de la mitad de la población vive en la costa sur del país, quedando en la zona más septentrional la Laponia de Santa Claus.

Por razones históricas, Finlandia tiene dos lenguas oficiales, el sueco, por pertenecer de siempre a Suecia hasta 1809, año en que, tras una guerra, pasó a manos de la dominación rusa, y el finés o finlandés, hablado por la mayoria de la población y que no es de origen indoeuropeo. En 1917, dejó de ser el Gran ducado de Finlandia y consiguió su independencia del dominio ruso.

Actualmente Finlandia es una república parlamentaria democrática, es miembro de las Naciones Unidas desde 1955 y de la Unión Europea desde 1995. En estos días asistimos a su petición de entrar como miembro integrante de la OTAN, pensando que reforzar la seguridad nacional dentro de esta alianza militar no tiene por qué perjudicar a nadie, con la mirada puesta en la reacción de Rusia. En Finlandia el servicio militar es obligatorio para los chicos durante un año, cuando acaban los estudios obligatorios (a los 18 años). Un adolescente con el que hablamos en un centro de bachillerato nos transmitió su convicción de luchar por su país, de ser necesario.

He leído que su economía es próspera, las tasas de paro son muy bajas y su estado del bienestar por encima de muchos de los otros países europeos. Además, se le atribuye uno de los mejores sistemas educativos europeos. Esta última característica da razón de ser al curso estructurado en el que he participado.

Aunque se trata de una sociedad ampliamente secularizada, la religión más popular es la evangélica luterana y también la ortodoxa, aunque con muchos menos feligreses. Su catedral ortodoxa Uspenski en Helsinki es la más grande de Europa occidental. 

El Kalevala es la epopeya que recoge la tradición folklórica finlandesa oral; compilada en el siglo XIX, permite leer las narraciones populares y mitos de la cultura finesa transmitidos de generación en generación.

Superadas ya las gélidas temperaturas del invierno y practicamente terminado el deshielo, no cabe duda que visitar el sur de Finlandia en mayo ha sido de lo más acertado desde el punto de vista climático: la temperatura es absolutamente soportable entre 8º y 16º aprox. y con unas 17 horas de luz solar, que a mi particularmente no me molestó para dormir. 

En la escuela infantil que visitamos nos dijeron que en invierno no sacan a los niños al exterior cuando la temperatura és inferior a 17 grados. Uf!!