Siempre es importante preparar bien un viaje, pero más si ese viaje es para observar y aprender de los demás. Así que, Gemma, Rosa y Pilar, las tres profesoras del jobshadowing al instituto Salvemini-Duca d’Aosta de Florencia hicimos una serie de propuestas sobre la práctica docente atendiendo a las actividades que realizamos en nuestro centro. Luego, acotamos mucho más los temas pues se nos indicaron una serie de clases a las que acudir como observadoras y otras en las que debíamos ser las que aportásemos nuestra experiencia. Entre las primeras me gustaría destacar la clase sobre el “canto quinto” de El Infierno de Dante y entre las que debíamos impartir se encontraban clases tan variadas como:
Para no entrar en pánico, hicimos varias reuniones preparatorias en las que nos coordinamos sobre:
Fue estupendo llegar al centenario centro y sentir la sombra de la cúpula de Brunelleschi. Al entrar, el greenpass y una tibia acogida. Pero a partir de ahí, a revolucionar el instituto con nuestra energía y nuestra dolçaina.
Acudimos a diferentes clases en las que nos presentábamos y les hacíamos preguntas como: ¿Cuántos años lleváis estudiando español? o ¿Cuántos habéis leído «la Divina Comedia»?. Esta última era mi pregunta favorita, fascinada ante la magnitud de dicha obra, después de la proyección pictórico-musical que habíamos disfrutado durante nuestra visita a la Santa Croce. De hecho, entramos en una librería y estuvimos observando los libros que de esta obra están adaptados para los más pequeños: un placer observar cómo la historia está adaptada incluso en la publicación de Jerónimo Stilton para niños de 6 años.
Quiero añadir que ha sido una experiencia muy interesante en lo académico y también en el aspecto cultural, pues hemos visitado muchos museos, iglesias, monumentos, pueblos y lugares históricos. De hecho, nos llevamos una grata alegría cuando pudimos observar al “David” sin ningún agobio de gente y sin haber pedido cita previa.