El pasado verano dediqué la mayor parte de mis vacaciones a la realización de un curso intensivo de inglés de cinco semanas. Este curso forma parte del programa Erasmus KA1 «Enseñando Europa: IES Serpis, escuela multilingüe, integradora e innovadora» que el Instituto Serpis lleva realizando durante los dos últimos cursos escolares. Mejorar mi nivel de inglés era mi principal objetivo, principalmente las destrezas de listening y speaking , en un programa de inmersión lingüística real. Mi destino fue Dublín, una ciudad que volví a elegir sin ningún tipo de dudas, después de haber disfrutado otra beca Erasmus allí en 2015. Aunque yo había decidido voluntariamente y con ilusión pasar mi verano estudiando inglés, según llegaba el final de curso tuve mis dudas: el cansancio del último trimestre ,las memorias finales, informes ,claustros etc y la envidia de amigos que viajaban a África y que esta vez yo no les acompañaba. Empecé a hacer mis maletas casi arrepentida pensando en las 5 horas de clase diarias y los madrugones de cada día. Cogí mi avión a Dublín un día antes de la entrada a mi residencia, los precios de los vuelos a esta ciudad están desorbitados en verano por la demanda de estudiantes, que como yo, anhelan mejorar sus destrezas lingüísticas. Aterricé en Dublín una noche de Julio con la reserva del hotel más barato que localicé cerca del aeropuerto. El taxista no lo encontraba, tuvo que dar vueltas entre caminos rurales con las luces del aeropuerto de fondo. De repente apareció, una antigua posada del siglo XVII, a sólo 15 km del Dublín.

Cuando abrí la puerta con mis dos maletones, me encontré en mitad de un pub, rodeada de las miradas de irlandeses, muchos de ellos ya mayores, que disfrutaban de sus pintas, su música tradicional irlandesa y una enorme colección de tractores en miniatura. Ni un solo turista , sólo yo con mi inglés. En ese momento, cualquier tipo de duda sobre mi estancia en este país desaparecieron. Una vez más, mi beca Erasmus, me permitió no sólo aprender un idioma, sino también conocer y disfrutar de un país y sus gentes.

Con orgullo puedo decir que pertenezco a la tercera promoción de estudiantes Erasmus en España, allá por el año 1991 y que el IES Serpis me ha dado la oportunidad de poder disfrutar de este programa tres veces más, ahora como profesora.

María Jesús Rabadán Serrano.